Más tarde, al encontrarse con el grupo “Los Ejecutivos”, miembros del Club, comenzó a plantearse el reto de incursionar en maratones, ya en una forma más profesional. Desde hace ocho años practican juntos en largas distancias bajo la mirada atenta del entrenador del grupo, profesor Sergio Molina.
Mucho entusiasmo y entrenamiento, excelente alimentación y disciplina son factores esenciales para correr una maratón, pero, según don Johnny, lo más importante es la fuerza de voluntad, “puesto que, luego de recorridos los primeros 20 kilómetros, la historia es otra, se trata de 420 cuadras de 100 metros cada una”, enfatizó. Más de un integrante se echaría para atrás si sacara la cuenta de lo que representan.
Correr, para él es una forma de vida, de salud, se hace el tiempo para practicar en las inmediaciones de Multiplaza, en la playa y, obviamente, desde hace ocho años, con el grupo “Los Ejecutivos”.
Por lo menos, una vez al año, sale del país para incursionar en alguna maratón en diferentes ciudades del mundo. Dos veces en la de Chicago, una en la de Berlín, Buenos Aires y Montreal. También el pasado 22 de noviembre, en la de Nueva York, la que consideró como la más dura de todas debido a lo quebrado del terreno que recorre esa competencia y al clima de ese momento.
Nos dice que, el correr, al menos cuatro o cinco veces a la semana, como lo hace, le ha dado muchas ventajas, especialmente en la parte física y aeróbica. “A mi edad, 71 años, me siento muy bien, muy activo y con muchos deseos de laborar; trabajo en construcción, soy especialista en ingeniería sísmica y miembro del Código Sísmico de Costa Rica. Siento que todo eso me da vida y me hace transitar por ella de manera más realista y diferente.