Ninguno de los pequeños hijos de nuestros socios quería irse sin abrazar a Santa.
La paciencia valió la pena. Solo que esta vez no llegó en su tradicional trineo, sino en una carreta jalada por bueyes que entraron a nuestro campo de golf para llenar de alegría y magia la Fiesta Infantil Navideña que se celebró el 9 de diciembre desde las 10 a.m.
Decenas de niños dejaron lo que estaban haciendo para recibir a la figura más esperada de la celebración con su típica vestimenta roja, botas negras y largas barbas blancas.
Santa repartió abrazos y saludó a los pequeños, quienes también se divirtieron con los pintacaritas, carruseles, juegos inflables y globos, como parte de las sorpresas preparadas para ese día lleno de sol y alegría.
Tres inusuales zanqueros y caballitos pony fueron algunas de las novedades que desde tempranas horas atrajo la curiosidad de los niños, al tiempo que disfrutaron de palomitas de maíz, algodones de azúcar, golosinas y bocadillos para ellos.
Los padres de los menores también la pasaron bien y aprovecharon para deleitarse con los platillos hechos en las cocinas de nuestros restaurantes El Ceibo, Faroles y Hoyo 19.
La tarde cerró con un espectacular show de magia que capturó la atención de todos en aquella actividad en la cual se recogieron regalos para niños de una comunidad de escasos recursos en Escazú, como parte del Programa de Responsabilidad Social Empresarial del Costa Rica Country Club.
La paciencia valió la pena. Solo que esta vez no llegó en su tradicional trineo, sino en una carreta jalada por bueyes que entraron a nuestro campo de golf para llenar de alegría y magia la Fiesta Infantil Navideña que se celebró el 9 de diciembre desde las 10 a.m.
Decenas de niños dejaron lo que estaban haciendo para recibir a la figura más esperada de la celebración con su típica vestimenta roja, botas negras y largas barbas blancas.
Santa repartió abrazos y saludó a los pequeños, quienes también se divirtieron con los pintacaritas, carruseles, juegos inflables y globos, como parte de las sorpresas preparadas para ese día lleno de sol y alegría.
Tres inusuales zanqueros y caballitos pony fueron algunas de las novedades que desde tempranas horas atrajo la curiosidad de los niños, al tiempo que disfrutaron de palomitas de maíz, algodones de azúcar, golosinas y bocadillos para ellos.
Los padres de los menores también la pasaron bien y aprovecharon para deleitarse con los platillos hechos en las cocinas de nuestros restaurantes El Ceibo, Faroles y Hoyo 19.
La tarde cerró con un espectacular show de magia que capturó la atención de todos en aquella actividad en la cual se recogieron regalos para niños de una comunidad de escasos recursos en Escazú, como parte del Programa de Responsabilidad Social Empresarial del Costa Rica Country Club.